martes, 27 de marzo de 2018

Luz y taquígrafos para el escándalo de Urbanismo


Entre 2006 y 2016 se registraron siete mil infracciones urbanísticas impunes, la mayoría por no haber sido tramitadas, o por haberse dejado caducar los procedimientos sin culminarlos, prescribiendo en muchos casos las infracciones.

Este asunto constituye uno de los escándalos más graves del gobierno municipal del PP en los últimos años pues, además de quedar impunes miles de ilegalidades urbanísticas, se han dejado de ingresar en las arcas municipales millones de euros.

Sin embargo, y a pesar de haber solicitado información precisa por todos los cauces posibles (por escrito, mediante moción, en un Consejo Rector extraordinario de la Gerencia convocado a tal fin, o en la Comisión de Transparencia), no se nos ha facilitado más que información verbal e imprecisa.

Y queremos una relación detallada de expedientes, fechas, motivos de posible infracción y la posible sanción, causa de no haberse tramitado o haber caducado, y si ha prescrito la infracción.

Nos preguntamos, qué interés tiene el gobierno municipal del PP en que esto ocurra, pues se redujo de seis a sólo tres el número de inspectores para toda la ciudad, una cifra completamente insuficiente (ocho, por ejemplo, tiene Sevilla).

En el colmo del esperpento, Urbanismo ha aprobado un Plan de Inspección por el que se puntuarán las presuntas infracciones conforme a unos discutibles criterios y se perseguirán sólo las de más puntuación, renunciando así de antemano a perseguir cientos de ilegalidades.

Por ello, y a propuesta de IU-Málaga para la Gente, el último Pleno, con los votos de todos los grupos excepto el PP, aprobó constituir una Comisión de Investigación para poder conocer toda la información que se nos ha negado, con  toda la documentación a disposición de los grupos y donde comparezcan el personal técnico, directivo y cargos políticos que se solicite.

* Publicado en mi columna, "El ala izquierda de la Casona", del diario Viva Málaga, el lunes 26 de marzo de 2018

martes, 20 de marzo de 2018

Por nuestros mayores, por nuestro futuro


Imagen de http://www.malagahoy.es

El pasado sábado, decenas de miles de personas salieron a la calle, convocadas por la Coordinadora de Pensionistas, para defender el sistema público de pensiones.

Desde que comenzó “la crisis”, la mayoría social se ha empobrecido gravemente, debido al recorte de la inversión pública y los servicios esenciales y la desregularización del mercado laboral. Nuestros mayores, además, asumen muchas veces la subsistencia de sus familias.

El discurso oficial es que el aumento de la esperanza de vida hace insostenible las pensiones futuras. Pero la verdadera amenaza viene del desplome de los ingresos por cotizaciones: por el aumento del paro, la bajada de los salarios, y el aumento de las bonificaciones sobre las cotizaciones sociales a grandes empresas.

Para colmo, el gobierno del PP ha “metido la mano” repetidamente en “la hucha de las pensiones”, mientras destinaba miles de millones a “rescatar” bancos y autopistas.

La intención indisimulada del PP, y Ciudadanos, es rebajar las pensiones públicas hasta convertirlas en meramente asistenciales, y fomentar mejores ingresos futuros para quienes tengan más capacidad económica para ahorrar en planes privados. La gran mayoría de la población, con escasos salarios y cotizaciones cada vez menores, será la gran perjudicada con un empobrecimiento general. Por contra, la gran Banca, será la gran beneficiada.

Es falso que las pensiones sean insostenibles. Es cuestión de prioridades: destinar los recursos públicos a mejorar las condiciones de vida de la mayoría social o seguir rescatando bancos e infraestructuras ruinosas, bonificando a grandes empresas y amnistiando a defraudadores fiscales.

La viabilidad de las pensiones requiere aumentar sus ingresos, disminuyendo la precariedad y el fraude fiscal y en la contratación. Y aportar los recursos necesarios desde los PGE, como ocurre en otros países europeos. 

Nos jugamos no sólo las pensiones actuales de nuestros mayores, sino la calidad de vida futura de las demás generaciones.


* Publicado en mi columna "El ala izquierda de la Casona" del diario Viva Málaga, el lunes 19 de marzo de 2018

martes, 13 de marzo de 2018

UN NUEVO CICLO POLÍTICO


Imagen de cadenaser.com

Las masivas protestas por las pensiones dignas, protagonizadas por la misma generación que luchando consiguió los derechos que ahora nos están robando, y el 8M feminista, en el que millones de mujeres en todo el mundo han participado en multitudinarias manifestaciones, inician un nuevo ciclo político en nuestro país.

En 2011, el 15M inauguró un período de movilizaciones sociales masivas, que continuó con las mareas en defensa de los servicios públicos (educación, sanidad, servicios sociales, etc.), que abrieron perspectivas para otras políticas más solidarias y democráticas. Sin embargo, a partir de 2014 la decisión de primar la estrategia electoral y abandonar las movilizaciones sociales supuso un tremendo error y propició un nuevo ciclo de derechización social.

Ahora, las protestas por las pensiones dignas, y el 8M feminista han desplazado la derechización social que, aprovechando el conflicto catalán, estaban logrando PP y Ciudadanos, con la colaboración de la burguesía catalana, ocultando la corrupción y el desmantelamiento de los servicios públicos tras las banderas.

De nuevo han emergido las preocupaciones sociales (la igualdad, las pensiones, el paro, la precariedad, la sanidad, la educación, etc.), y PP y Ciudadanos han pasado de la hostilidad hacia las reivindicaciones feministas a asumirlas hipócritamente. Algo incompatible con sus planteamientos neoliberales al situarse la reproducción social en el centro de las demandas feministas, lo que implica reclamar más guarderías y residencias públicas, permisos por nacimiento de hijos intransferibles, menos precariedad, etc.

No habrá igualdad para las mujeres, ni derecho a unas pensiones dignas, sin revisar el modelo económico, pues las políticas neoliberales de rescatar bancos y autopistas, y privatizar servicios esenciales, suponen saquear los recursos públicos con los que garantizar la igualdad y derechos sociales. 


Primero nuestros mayores, ahora las mujeres en un verdadero 15M feminista, y próximamente las protestas contra la precariedad, alumbran un nuevo ciclo de avance social y democrático.

* Publicado en la columna "El ala izquierda de la Casona", del diario Viva Málaga, del lunes 12 de marzo de 2018



martes, 6 de marzo de 2018

El fin de ciclo del PP en Málaga

Foto de http://www.elplural.com

El Partido Popular en Málaga se agarra al clavo ardiendo del cartel electoral de De la Torre para las próximas municipales, ante las cada vez más numerosas encuestas que le pronostican un descalabro monumental, aún mayor con Bendodo como candidato. De la Torre ha cedido a las presiones de su partido y ha accedido a hundirse con él en las próximas municipales.   

Los últimos años de De la Torre recuerdan mucho a los de Aparicio, pues han sido los propios de un fin de ciclo: agotamiento de ideas y ausencia de un proyecto de ciudad. Una ciudad paralizada por su gobierno municipal, en la que no ha salido adelante ni un proyecto. Una Málaga más sucia, con más pobreza, más desigualdad, más precariedad, favorecida también por el propio Ayuntamiento con sus privatizaciones y subcontrataciones al mejor postor. 

Pero aún así, De la Torre merecía haberse retirado más dignamente, pero su decisión de volver a presentarse a las elecciones municipales de 2019, a diferencia de lo que hizo Pedro Aparicio en 1995, no le va a hacer justicia a su trayectoria política y lo condena al peor final posible: encabezar la debacle del Partido Popular.

Es público y notorio que Bendodo quería ocupar el sillón de alcalde antes de 2019. Finalmente, no se ha atrevido a someterse al voto ciudadano en el peor momento de su partido. El PP no tiene relevo para un alcalde que tiene 75 años y que, de terminar el próximo mandato corporativo, quizás en la oposición, acabaría con 80 años.  

El Partido Popular, con o sin De la Torre, está abocado al fracaso en 2019. La ciudad necesita un cambio, que será inevitable en 2019, para una Málaga más igualitaria, que fomente el empleo y con mejor calidad de vida.


* Publicado en mi columna "El ala izquierda de la Casona", del diario Viva Málaga, el lunes 5 de marzo de 2018