martes, 5 de diciembre de 2017

4 de Diciembre


Acaban de cumplirse 40 años del 4 de diciembre de 1977, cuando un millón y medio de personas en toda Andalucía salieron a la calle reclamando el autogobierno bajo el lema de “Libertad, Amnistía y Estatuto de Autonomía”. Un acontecimiento trascendental de nuestra Historia, cuando salió a la calle la “Andalucía real” que se negaba a ser tratada como un territorio de segunda categoría.

La manifestación se convirtió en tragedia con el asesinato del joven sindicalista de CCOO Manuel José García Caparrós. A pesar del carácter pacífico y multitudinario de la manifestación, en la que participaban familias enteras y  niños, fueron continuas las provocaciones de grupos de la extrema derecha hasta que se produjo una desproporcionada y violenta carga policial contra la multitud y un agente disparó su arma reglamentaria hiriendo de muerte a Manuel José.

El crimen, como tantos otros del posfranquismo, nunca fue esclarecido. Se silenció bajo una trama de complicidades. Hasta hace poco no se ha podido conocer el contenido del sumario judicial gracias al trabajo abnegado y tenaz de una secretaria judicial, Rosa Burgos. Y hace muy poco también, Eva García Sempere, congresista de Unidos Podemos por Málaga, ha conseguido tener acceso a las actas de la comisión parlamentaria de investigación, si bien la Mesa del Congreso ha rechazado hacerlas públicas.

Cuarenta años después es imposible enjuiciar a los culpables, por la muerte de sus responsables directo e indirectos, pero sí es posible, e imprescindible, conocer toda la verdad, promover la Memoria colectiva, rendir un digno homenaje al joven asesinado y reparar a sus familiares.

Cumpliendo una moción de nuestro grupo, el Ayuntamiento de Málaga ha colocado una placa más digna en el último lugar en que Manuel José fue visto con vida y se ha dado reposo a sus restos en el recién creado jardín de la Memoria de Parcemasa.  

(*) Publicado en mi columna "El ala izquierda de la Casona" del diario Viva Málaga el 4 de diciembre de 2017



2 comentarios:

  1. Que el Camarada, DEP y mi más sentido pésame a la familia. Precisamente, andaba yo por allí en esa mi primera manifestación (con 15 años yo) en la que participé llevando una bandera de Andalucia de varios metros de larga, con dos mástiles (dos gavillas de hierro de obra largas), que llevaba con un amigo, los dos muy contentos y orgullosos. Vimos los sucesos en Diputación, ´donde vimos a los grises en su interior de manera provocativa al igual que algunos provocadores fachas con sus banderas de España.Seguimos la marcha de la manifestación hasta que a la altura del puente de Tetuan empezaron los antidisturbios con los land rover a atropellar a la gente y sentimos disparos, disparos que luego nos enteramos que habian matado a Manuel José Garcia Caparros, y entonces nos escabullimos por las escalerillas junto al edificio de hacienda, donde estuvimos un rato observando lo que sucedia y viendo que la cosa empeoraba nos marchamos. Lo que era un día de fiesta e ilusión y reivindicación de nuestra autonomía, se convirtieron en días muy tristes y represivos,cosa que pude comprobar los días que faltamos al instituto Cánovas del Castillo, desde mi propia casa, donde nos dispararon(las fuerzas de "desorden público") un bote de humo, el cual pudimos rescatar despues de que pasara su efecto, y una bala que dió en una de las antenas de Tv que por aquel entonces estaban en los muros de las terrazas de los edificíos, desde donde mi familia y yo observavamos los disturbios que se sucedieron.De milagro no nos pasó nada a ninguno, bueno sólo los efectos de picor de ojos y de garganta del bote de humo. No pude asistir al entierro de Manuel José, pues mi familia no me dejó salir de casa en esos días, pues estaban preocupados por la situación, pero sí nos enteramos que fué, como él se merecía, multitudinario. Todas estas cosas las comentamos después en el instituto, donde por su ubicación, el Ejido, seguimos viendo disturbios por la movilización de los centros universitarios, los cuales nos animaban a nosotros para que los secundaramos en las protestas, lo cual, haciamos y participamos en las protestas, cosa que ocurrió durante todo ese curso de bachiller y corrimos de los grises, por primera vez, pues ellos no entendian si eramos universitarios mayores de edad o bachilleres menores de edad. Nunca se me olvidaran aquellos momentos. Salud y República.

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  2. Es importante difundir testimonios como el tuyo para que se conozca la verdad de aquellos acontecimientos y no se pierda la memoria. Salud y República, compañero.

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