viernes, 26 de mayo de 2017

LA HISTORIA DEL ASTORIA (*)


La del Astoria es la historia de un abandono que comienza, prácticamente, con el gobierno municipal del PP. En 1997, siendo alcaldesa Celia Villalobos, y concejal de Urbanismo De la Torre, el gobierno municipal cambió de cultural a residencial el destino urbanístico del inmueble en el PGOU. En 2004 cerró el cine Astoria, varios años antes ya lo había hecho el cine Victoria. Baensa, la propietaria del edificio, proyectaba edificar allí 45 viviendas de lujo y, cuando tenía ya solicitada la licencia de obras, De la Torre cambió de opinión y, en el marco de la candidatura a la capitalidad cultural europea, decidió que el Ayuntamiento comprara el edificio para un uso cultural sin definir.

En 2010, el Ayuntamiento compró el edificio, a precio de residencial de lujo, por casi 21 millones de euros. Casi la mitad del presupuesto anual de inversiones del Ayuntamiento de Málaga, y casi el doble de lo presupuestado recientemente para peatonalizar la Alameda, sin saber qué uso cultural le daría a ese suelo.

Primero intentó sin éxito que se lo quedara Unicaja, que quería construir una sede para actividades culturales en Málaga.

Después anunció que un grupo alemán estaba interesado en un proyecto cultural musical. 
Posteriormente, antes de las municipales de 2011, anunció su proyecto de “Museo de los museos”, consistente en un edificio diseñado por un arquitecto de renombre, previo desembolso de unos 15 ó 20 millones de euros más, para albergar exposiciones temporales provenientes de los principales museos del mundo.

Edificio cultural de la Fundación Caixa Forum, museo de artes escénicas o supermercado gourmet, pasando por la ampliación de la Casa Natal de Picasso, han sido otros de los destinos propuestos por De la Torre y fracasados antes de nacer. Cualquier cosa para justificar tamaño derroche de dinero público, sólo comparable al del Museo de las Gemas.

Y así hasta hoy, casi 20 años de abandono y 21 millones de euros, después.

Por eso resulta sarcástico que, tras la retirada de Banderas de su proyecto para el Astoria, básicamente por no salirle las cuentas, ni conseguir inversores, al tener que rebajar plantas y aumentar el suelo de uso cultural, De la Torre tenga la desvergüenza de acusarnos del abandono del inmueble.


No se engañen, en esta historia, y desde el principio, hay un solo culpable del costosísimo abandono del edificio: De la Torre. 

(*) Publicado en malagactualidad.es el martes, 23 de mayo de 2017

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