jueves, 28 de abril de 2016

¿“Minijobs” en Correos?


Correos juega un indudable papel para la cohesión social, territorial y económica del país, prestando un servicio público a ciudadanos, empresas y administraciones. Los datos son elocuentes: dieciséis millones de hogares atendidos en toda España, más de ocho mil municipios, más de tres millones de empresas, en su inmensa mayoría pequeñas y medianas, y un total de 7.100 puntos de atención en el ámbito rural. Se calcula que diariamente se realizan más de 100.000 kilómetros en el servicio.

En Málaga ciudad, Correos atiende a un gran número de vecinas y vecinos, de todos los barrios y de los núcleos más alejados de la periferia.

La calidad del empleo en Correos juega un papel fundamental para posibilitar un servicio público que llega hasta el último núcleo de población. Por ello, resulta muy preocupante el continuo recorte de empleo que Correos viene aplicando en los últimos años, provocando un evidente deterioro del servicio público. En nuestra provincia se han eliminado unos 300 puestos de trabajo, la mayoría en Málaga capital.

Al recorte de empleo se añade la intención del gobierno central de sustituir, gracias a la reforma laboral, contrataciones a tiempo completo por otras a tiempo parcial, incumpliendo la normativa laboral específica de Correos que hasta ahora ha frenado dicha reforma.

Esta medida, de aplicarse, supondría un evidente impacto negativo en el servicio público, pues impediría su prestación cinco días a la semana, de lunes a viernes, tal y como obliga la normativa postal, y supondría la reducción de horarios de atención al público en las oficinas postales. 

Por ello, el grupo municipal Málaga para la Gente ha solicitado al gobierno central, y a la empresa pública Correos, que paralice la implantación masiva de empleos precarios, así como que ponga fin al recorte de empleo que viene aplicando en los últimos años en Correos. 

(Publicado en mi columna "El ala izquierda de la Casona" del diario Viva Málaga, lunes 25 de mayo de 2016)

lunes, 18 de abril de 2016

A por la Tercera República


El pasado jueves 14 de abril se cumplieron 85 años de las elecciones municipales que trajeron la II República Española, un período de nuestra historia en el que se instauró una Constitución democrática para España y un verdadero Estado de Derecho que promovió la defensa de las libertades individuales y colectivas, y la consecución de la justicia social.

Esta Constitución proclamó los principios de igualdad ante la ley y de soberanía popular, y el sufragio universal para hombres y mujeres. En economía, la propiedad privada quedó sujeta a los intereses de la economía nacional. Se constituyó un “Estado integral, compatible con la autonomía de los Municipios y las Regiones”. Se reconoció el matrimonio civil y el divorcio, y se instauró el principio de laicidad, así como la enseñanza primaria laica, gratuita y obligatoria, y la libertad de cátedra.

Pero este sistema democrático y de derecho fue cercenado por un golpe militar y una sangrienta Guerra Civil, para dar paso a 40 años de dictadura franquista y represión.

El último Pleno de la ciudad aprobó, a propuesta del grupo municipal Málaga para la Gente, condenar el alzamiento militar del 18 de julio de 1936 contra el gobierno legítimo de la República, organizar actos institucionales conmemorativos y divulgativos del 85 Aniversario de la proclamación de la II República, así como promover la rehabilitación política y cívica de quienes fueron víctimas de la represión franquista.


Hoy, cuando se cercenan derechos sociales y libertades individuales, y la corrupción es de tal envergadura que afecta a la Corona, al gobierno y a las élites empresariales, cobra fuerza la esperanza de una Tercera República para una España más democrática, federal, feminista, preñada de derechos sociales, y en la que pasemos de súbditos a ciudadanos y ciudadanas con plenos derechos, incluido el de elegir la Jefatura del Estado.

(Publicado en mi columna "El ala izquierda de la Casona" del diario Viva Málaga, el lunes 18 de abril de 2016)

viernes, 15 de abril de 2016

¿UN CASINO (O DOS) EN EL PUERTO?

En los últimos días hemos conocido el interés de un fondo de inversión de Singapur en promover un gran casino y hotel en la plataforma de San Andrés del puerto. Se suma esta propuesta a la de otro hotel-casino en el dique de Levante por un grupo qatarí.

La noticia de una posible inversión es bien acogida, sobre todo en una ciudad tan azotada por la lacra del paro. Sin embargo, cualquier propuesta de ocupación de un espacio público tan importante, como el puerto, debe valorarse con una visión estratégica de ciudad.

En principio, la propuesta resulta inviable pues, legalmente, no es posible un nuevo casino en la provincia, ni mucho menos dos, si no es obteniendo la cesión de la licencia de alguno de los ya existentes en la Costa (Torrequebrada o Nueva Andalucía).

Pero además, la plataforma de San Andrés está “blindada”, gracias a una moción de Málaga para la Gente aprobada por unanimidad, para el futuro Auditorio. Málaga es la única gran ciudad en España que carece de un Auditorio, a pesar de contar con una de las Orquestas Sinfónicas más prestigiosas de nuestro país, que no cuenta con un lugar para las grandes representaciones, ni tan siquiera para ensayar dignamente. Un Auditorio en el puerto sí que daría prestigio a la ciudad, además de crear más empleo, y de más calidad, que un casino.

Málaga, y su puerto, requieren la potenciación de los usos productivos, no proyectos especulativos y privatizadores del espacio, como el tránsito de cruceros y mercancías (contenedores, vehículos y graneles), lo que pasa por el soterramiento de la conexión ferroviaria.

Las ciudades de prestigio no entregan sus espacios públicos sin más, sino que son exigentes en la calidad de los proyectos, y su encaje en una estrategia de ciudad. En este sentido, ¿es un casino lo que Málaga necesita en el puerto?

(Publicado en mi columna "El ala izquierda de la Casona", del diario Viva Málaga del lunes 11 de abril de 2016)