domingo, 28 de febrero de 2016

San Agustín para Málaga (*)


El antiguo colegio de San Agustín, que data de finales del siglo XVII, es uno de los inmuebles con más historia de nuestra ciudad, no en vano ha sido Hospital, sede del Ayuntamiento, Colegio y Facultad de Filosofía y Letras. Sin embargo, acumula ya varias décadas de abandono y deterioro.

Desde que los agustinos decidieran mudarse y vender el inmueble, muchos han sido sus propietarios. La Diputación lo compró en 1973 para cederlo a la Universidad de Málaga para albergar durante veinte años la Facultad de Filosofía y Letras. En 1995 lo adquirió la Junta de Andalucía aunque sin darle nunca ningún uso. Finalmente, el Gobierno lo adquirió por una permuta con la Junta, a la que cedió a cambio una biblioteca en Sevilla.

La situación de abandono pareció despejarse cuando el Ministerio de Cultura propuso la rehabilitación de este monumento para albergar los archivos de la Biblioteca provincial del Estado,  antes en la desaparecida “Casa de la Cultura”. Sin embargo, este proyecto acumula ya 15 años de retraso por el desinterés de los sucesivos Gobiernos de Aznar, Zapatero y Rajoy, y del propio Ayuntamiento. 

El Pleno de nuestra ciudad ha aprobado ya tres mociones de IU, por las que se instaba al Ministerio de Cultura a acelerar la rehabilitación del edificio para Biblioteca del Estado. De haberse atendido, ya contaríamos con este importante equipamiento en el entorno de la Catedral y el Museo Picasso.

Hoy San Agustín continúa cerrado. El estado de abandono que presenta, hace que cada vez cueste más encontrar algún rasgo de su rico pasado.

El Ministerio de Cultura, como propietario del edificio,  debe rehabilitarlo y dotarlo de una función pública que enriquezca el patrimonio cultural de la ciudad. Málaga no puede permitirse renunciar a esta posibilidad. (**)

El Gobierno central será su propietario, pero el antiguo colegio de San Agustín pertenece al patrimonio arquitectónico, histórico y simbólico de Málaga y de su gente.

(*) Publicado en la columna “El ala izquierda de la Casona” del diario Viva Málaga, el lunes 22 de febrero de 2016.

(**) El Pleno del Ayuntamiento de Málaga del día 26 de febrero de 2016 aprobó, por unanimidad, la moción del grupo municipal Málaga para la Gente por la que se insta al Gobierno central a mantener y conservar el edificio del antiguo Colegio de San Agustín, ya a acelerar el proyecto de ubicar en él la Biblioteca provincial del Estado en Málaga.

miércoles, 10 de febrero de 2016

En Málaga todo el año es Carnaval

El domingo 7 de febrero, con el multitudinario “Entierro del Boquerón”, finalizó oficialmente el Carnaval de Málaga 2016. Como cada año, cientos de personas, expresaron histriónicamente su pesar por el final de una fiesta que año a año mejora su nivel en todos los aspectos y aumenta la participación popular. Pero les diré, para su consuelo, que no tengan pena, que en esta bendita ciudad todo el año es Carnaval.

El alcalde acudió a la final del Cervantes disfrazado de Alí Babá. Ya saben, el del cuento de “Alí Babá y los cuarenta ladrones” de “Las mil y una noches”. Y la verdad es que no podía haber elegido mejor el disfraz. Aunque Alí Babá no era un ladrón, sí se relacionaba con cuarenta de ellos. Hoy en el Partido Popular, hay bastante más de cuarenta dirigentes “investigados” por corrupción, principalmente en las provincias orientales. 

Pero la impostura y el disfraz del Alcalde perdura todo el año.

Presenta como proyecto de gran parque sobre los terrenos de Repsol lo que no es sino un jardín a la sombra de grandes rascacielos, que no ocuparía ni la mitad de la superficie de los terrenos.

Defiende que su prioridad son las políticas sociales, y hasta ahora ha rechazado las propuestas por Málaga para la Gente por unos 10 millones de euros anuales para garantizar alimentos, vivienda, transporte y otros servicios públicos a las personas más desfavorecidas. Él, que “perdonó” más de 120 millones de euros a Endesa y Caixa Galicia en los convenios de Repsol y la Térmica.

Presume de ciudad cultural, gastando una millonada en museos franquicia, o derrochando en el fiasco del “museo de las gemas”, mientras tiene abandonadas las bibliotecas municipales.

Y qué decir del metro al Civil. No sabemos cuál es su postura en cada momento, incluso ha llegado a defender una cosa y la contraria el mismo día, como si cantara el estribillo de “La Tarara”.

En resumen, en Málaga con este Alcalde, como en el título de un famoso artículo de Larra, publicado en 1833 en "El pobrecito hablador", “El mundo todo es máscaras, todo el año es carnaval”.


sábado, 6 de febrero de 2016

Gobernar obedeciendo


El pleno del ayuntamiento de Málaga ha aprobado por unanimidad de todos los grupos políticos la celebración de una consulta ciudadana sobre el futuro de los terrenos de los antiguos depósitos de Repsol.

El debate se ha puesto de máxima actualidad tras 15 años de abandono desde el desmantelamiento de los antiguos bidones, después de que el gobierno municipal del PP modificara el planeamiento para edificar allí grandes torres con más de 1.400 viviendas, locales y centro comercial. Proyecto éste en suspenso tras la quiebra de la promotora y la adjudicación de los terrenos y derechos edificatorios por Caixa Galicia primero, y por la SAREB después.

Ha sido la iniciativa ciudadana impulsada por dos personas en favor de un gran bosque, que ha recabado más de 20.000 firmas en pocos días, la que ha precipitado este debate.

Se tratará pues de elegir entre el proyecto del Alcalde de un parque de unos 60.000 metros cuadrados a la sombra de los rascacielos, y la propuesta ciudadana de un gran bosque urbano en en los 175.000 metros cuadrados de superficie.

Las consultas ciudadanas pretenden incorporar la opinión de la ciudadanía respecto de una determinada política, plan, programa o proyecto gubernamental. Existen ciudades gobernadas directamente por sus habitantes, que  proponen ideas para mejorar sus vidas y deciden entre todas y todos las que se llevan a cabo.

Hay quien entiende que la democracia consiste básicamente en elegir el partido que ha de gobernar cada cuatro años. Pero una auténtica democracia, que significa gobierno del pueblo, debe garantizar mecanismos para que la ciudadanía pueda participar en las decisiones colectivas que afectan a su vida, más allá de votar cada cuatro años. El voto no puede ser un cheque en blanco para que los gobernantes puedan decidir libremente durante su mandato, sino que deben obedecer a la voluntad del pueblo.

Es lo que el Subcomandante Marcos, líder de los zapatistas, definió como “gobernar obedeciendo”.


Jardín de los rascacielos o gran bosque urbano. Que decida el pueblo malagueño.

(Publicado en mi columna "El ala izquierda de La Casona" del diario Viva Málaga del lunes 1 de febrero de 2016)