viernes, 10 de mayo de 2013

Un alcalde sin proyecto de ciudad, sin equipo e incapaz de cohesionar a su grupo


El último cambio en el equipo de gobierno llevado a cabo por el alcalde Francisco de la Torre, tras la sentencia de 25 de abril de 2013 del Tribunal Constitucional, va más allá de la reestructuración a que obligaba dicha resolución (básicamente no puede haber ediles no electos al frente de Áreas de gobierno o como portavoz), y lo que pone de manifiesto es el fracaso del alcalde para llevar a cabo su promesa de inicio de legislatura de que sería la de los distritos y para contar con un equipo de gobierno cohesionado.

Lógicamente, y de forma sincera, deseamos los mejores éxitos a los concejales en sus nuevas responsabilidades porque ello redundaría en el bien de esta ciudad y de los malagueños y malagueñas. 

Sin embargo, ha de destacarse que en pleno ecuador de la corporación, el alcalde no ha sido capaz de desarrollar ni uno solo de los grandes proyectos con los que se presentó a las últimas elecciones: entre otros el uso de Tabacalera o la solución para el espacio que ocupa el edificio de los cines Astoria y Victoria en la plaza de La Merced, o la recuperación del campamento Benítez y los Baños del Carmen. Por no citar el Plan de Guarderías municipales (una por distrito prometía y solo funcionan dos) o el Plan de Mercados Municipales (nuevos en Teatinos y Campanillas y rehabilitación de los existentes en calle Salamanca, Huelin y El Palo).  

Pero es que además de estos grandes proyectos fallidos y promesas incumplidas, Francisco de la Torre anunció que ésta sería la legislatura de los distritos y para ello destinaría ediles “en exclusiva” para cada uno de los distritos y el resto para las distintas áreas de gestión. Esto ya lo modificó en la anterior reestructuración del equipo de gobierno de hace unos meses, pero es que ahora, en pleno ecuador de la corporación, y a dos años vista de las próximas elecciones, su proyecto de equipo de gobierno se ha derrumbado: varios concejales deberán acumular la gestión de varios distritos y evidencia una gran debilidad de equipo para el desempeño de tareas claves (como la portavocía, o Urbanismo y Vivienda) para las que tuvo que confiar el concejales no electos.

Para colmo, el alcalde ha demostrado en estos dos últimos años que es hoy por hoy incapaz de aglutinar un equipo de trabajo cohesionado que lleve a cabo la gestión que le encomendaron los ciudadanos, como se ha puesto de manifiesto con las declaraciones contradictorias de distintos miembros del equipo de gobierno sobre temas de interés para la ciudad, como ha ocurrido con el futuro de los antiguos cine Astoria y Victoria y, más recientemente, con el proyecto de los chiringuitos, en los que cada cual ha dado su opinión y no se sabía cuál era la del equipo de gobierno.

En definitiva, nos encontramos en la actualidad, en unos momentos dificilísimos para la ciudadanía, con un alcalde sin proyecto de ciudad, sin equipo para afrontar la gestión, y completamente incapaz de cohesionar a los concejales y concejalas del grupo popular. Un alcalde que, por más que desde su partido intenten alargarle la fecha como a los yogures, se antoja caducado para 2015. 

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