lunes, 27 de mayo de 2013

Asamblea Municipal IZQUIERDA UNIDA: Aunar fuerzas para construir la alternativa en Málaga




La asamblea municipal de IZQUIERDA UNIDA DE Málaga celebrada este sábado, aprobó sin ningún voto en contra, las líneas estratégicas a seguir durante los próximos meses para construir el bloque social y político alternativo en la ciudad de Málaga.

Intensificar nuestra participación en todos los conflictos y movilizaciones que tengan lugar en nuestra ciudad, y profundizar en la política de convergencia con otras fuerzas sociales y políticas son los elementos fundamentales de nuestra estrategia. El objetivo es unir todas las luchas parciales y concretas frente a los ataques a los derechos sociales, laborales y democráticos, y coordinar a los distintos agentes sociales intervinientes en los conflictos que tienen hoy lugar en nuestra ciudad (sindicales, vecinales, provenientes del 15M, y otros colectivos sociales).

Nos encontramos en un momento histórico en el que una minoría está tratando de privar a una gran mayoría de la sociedad de derechos democráticos y sociales, y de servicios públicos esenciales, que se conquistaron con muchos sacrificios y luchas de varias generaciones. Es el momento de unir a todas las fuerzas sociales que tratan de resistir a estos ataques en todos los ámbitos, de acumular las fuerzas de todos los sectores agredidos por las políticas neoliberales.

Debemos tener la altura de miras histórica para comprender la necesidad de avanzar en la esta línea de convergencia política y social, como la tuvimos en su día impulsando los frentes populares contra el fascismo en Europa y en España o, más recientemente, con Convocatoria por Andalucía en 1984 o la constitución de IZQUIERDA UNIDA en 1986. El ejemplo más cercano lo tenemos con SYRIZA en Grecia, un frente político y social que, aunando fuerzas sociales y políticas de izquierdas de distintas procedencias, y articulando un frente amplio contra las políticas neoliberales, ha pasado en poco tiempo de un 3%, a casi el 30% de apoyo electoral. Las elecciones europeas de 2014 pueden ser una oportunidad para ensayar una alternativa electoral de izquierdas amplia frente a las políticas neoliberales.

IZQUIERDA UNIDA en Málaga nos presentamos hoy en la ciudad como una fuerza política más prestigiada y con una clara perspectiva de crecimiento, algo que percibimos diariamente en la coincidencia con cada vez más gentes en distintas luchas y propuestas: lucha contra los desahucios, campaña de la ILP, recuperación de los Baños del Carmen o la antigua prisión provincial. Lo que nos demuestra que debemos seguir aunando fuerzas para ser un referente político, en la calle y en la institución: no somos una fuerza minoritaria, sino cada vez más una alternativa de gobierno en Málaga en favor de una amplia mayoría.

Como aprobó el último Consejo Federal de IU, es necesario pasar de la movilización y la resistencia (necesarias) a la elaboración de una alternativa que organice la rebelión democrática de esta mayoría social.

En este sentido, hemos dejado atrás la estrategia del “sorpasso”, nuestro objetivo es hacer hegemónico nuestro discurso en la izquierda y en los movimientos alternativos, para construir esa alternativa social, democrática y anticapitalista. Hoy por hoy, la socialdemocracia europea ni quiere, ni puede ser alternativa a las políticas neoliberales, son muchas las servidumbres económicas y de intereses que la lastran para ello, las recurrentes declaraciones de Joaquín Almunia o Felipe González son buena muestra de ello. Sólo IZQUIERDA UNIDA es, hoy por hoy, capaz de articular un bloque social y político amplio contra las políticas neoliberales.

Después de casi veinte años de gobierno de la derecha, Málaga también merece un cambio, una alternativa de gobierno y de poder al existente. Porque, aunque las políticas neoliberales que están provocando el sufrimiento de gran parte de la población tiene su origen en instancias superiores (la UE o el Estado), la ciudad es también fundamental como espacio en el que se desarrolla la vida cotidiana de la población, y las políticas locales pueden contribuir de manera notable a mejorar las condiciones de vida de la mayoría o lo contrario. La puesta en marcha de un plan municipal de medidas urgentes contra la pobreza y la exclusión, y otro plan para el empleo, o la indiferencia municipal ante la situación de desempleo y de emergencia social en la ciudad; la gestión de los espacios y equipamientos públicos para el interés general, o su privatización para el uso de quien pueda abonarlos; el desarrollo de políticas sociales de integración efectivas, o el regreso al asistencialismo benéfico doctrinario; la apuesta por los sistemas de movilidad públicos o sostenibles, o la preminencia del transporte privado y contaminante; todas ellas son elecciones fundamentales que, dependiendo de si se aplican políticas de izquierdas o de derechas se decantarán en un sentido u otro.

Es necesario, por tanto, articular a quienes somos la mayoría social en Málaga, y definir qué Málaga queremos: una Málaga a la medida de los intereses de las élites económicas y sociales, o de la mayoría social. Para ello debemos ampliar nuestra base social de militantes y simpatizantes, y seguir aunando fuerzas en los distintos sectores con los colectivos y personas que confluimos en distintas luchas: sindicatos, afectados por las hipotecas, las distintas mareas blanca, verde, naranja y violeta, asociaciones vecinales y ecologistas, etc.

En el plano institucional, es necesario seguir la senda de llevar el Ayuntamiento a la calle, mediante las asambleas abiertas a la ciudadanía, romper con el modelo de representación como delegación cada cuatro años, para pasar a otro modelo como mandato de la ciudadanía, donde ésta tenga cauces para participar y pedir cuentas a sus representantes, que se convierten en herramientas de su electorado. Es imprescindible seguir llevando cada conflicto social o laboral que ocurra en Málaga al Ayuntamiento, para que esos conflictos sean visibles para toda la ciudadanía, y contribuir a ir aunando y coordinando las luchas que se dan en la ciudad.

No cabe más resignación, Málaga no puede ser una ciudad resignada. No lo fue en el siglo XIX, cuando después de la muerte de Fernando VII la ciudad secundó varias insurrecciones para impedir una nueva involución, lo que le valió la distinción de “la primera en el peligro de la libertad”. No lo fue en el siglo XX, cuando la política de alianzas impulsada por el PCE consiguió aquí el primer diputado comunista de España (Cayetano Bolívar) y uno de los primeros concejales comunistas en una capital (Andrés Rodríguez), lo que le valió el sobrenombre de “Málaga la Roja”. Y no puede ser una ciudad resignada tampoco en este siglo XXI, debemos ser capaces de aunar las fuerzas y tejer las alianzas necesarias para construir ese bloque social y político alternativo, que nos permita ser alternativa de gobierno en las próximas elecciones municipales de 2015.

Porque es el momento de unir a todas las personas y colectivos que defendemos el interés general de la mayoría frente a los intereses de una exigua minoría, el momento de la radicalidad en la búsqueda de una alternativa social democrática y anticapitalista también en nuestra ciudad. Debemos desterrar el miedo a presentarnos como alternativa de gobierno y de poder, también en nuestra ciudad.

Porque Málaga merece ese cambio, merece nuestra determinación para ser alternativa.

No hay comentarios:

Publicar un comentario